miércoles, 30 de julio de 2008

Salvador Allende el peor Presidente de la historia de Chile

Salvador Allende el peor Presidente de la historia de Chile

El centenario del nacimiento de Allende se ha prestado para una re-canonización de esas que acostumbra la izquierda y que la siempre medrosa derecha acata. Hemos leído apologías delirantes, cuyos autores abusan de la catalepsia irrecuperable de los chilenos.

En realidad, silenciar piadosamente la verdad sobre Allende podría justificarse en aras de la concordia, pero la izquierda no la quiere. "Ni perdón ni olvido", dice. Hasta aplaudió el grosero salivazo sobre el féretro de quien reparó el daño inferido por aquél.

Así las cosas, los cultores del odio deben enfrentar la verdad, empezando por la de que Salvador Allende fue el peor Presidente de la historia de Chile. En lo material, legó una inflación de tres dígitos y una producción cayendo 13 meses consecutivos. Quedaba "harina para pocos días más", según sus palabras. Aparte de menoscabar el bienestar material del pueblo, destrozó nuestro tejido social, al dividirnos fratricidamente, pues carecía del sentido de la unidad nacional y no vacilaba en advertir, amenazador: "Yo no soy Presidente de todos los chilenos". Patrocinó grupos armados, para imponer su ideología matando a otros. Cohonestó el contrabando de armas y, cuando un avión cubano fue descubierto trayéndolas clandestinamente, ordenó llevarlas a la mansión presidencial, mientras hacía escarnio de la opinión pública, declarando burlesca y sucesivamente que eran "obras de arte", "artículos folklóricos" y "helados de mango".

Ha sido el único Jefe de Estado chileno, que se sepa, reclutado por una potencia externa, según consta de las revelaciones de Vassili Mitrokin, ex jefe del KGB, en su libro "The World Was Going Our Way" (Basic Books), reseñado en "FrontPageMagazine.com", el 24.01.06. Su nombre en clave era "Líder". Entregaba a los rusos información política sensible, a cambio de la cual recibió un subsidio directo de 50 mil dólares. Además el KGB pagó a otros aspirantes de izquierda, rivales de Allende, para que retiraran sus candidaturas. Del otro lado, el ex embajador norteamericano Edward Korry, en "La Segunda" del 22.10.96, detalló los sobornos a Allende a cambio de indemnizar a mineras estatizadas.

También permitió el ingreso de tropas cubanas sin autorización del Senado, como lo exigía la Constitución. Ello consta de la confesión del general cubano Patricio De la Guardia, citada en la p. 291 del libro "Vindicación de Cuba 1989" (Editorial Política, La Habana). Los cubanos cambiaron esa página en ediciones posteriores a la de 1989.

Cuando era Presidente del Se-nado, Allende posaba como demócrata, mientras usaba su inmuni-dad para contrabandear armas cubanas a Bolivia, según reveló el gue-rrillero "Benigno" en sus "Memorias de un soldado cubano" (Tusquets, 1997, p. 202).

En cuanto gobernante, incluso toleró las torturas a opositores pacíficos, como lo denunciaron los diputados democráticos al convocar a las Fuerzas Armadas en 1973. Allende nada hizo ante los apremios denunciados por un político, publicados en la primera página de este diario, en enero de 1972, culpando al subdirector (comunista) de Investigaciones.

Como un autorretrato suyo quedó su amenaza al dueño de "Clarín", por no seguir sus dictados: "Te hago matar, culpo al imperialismo, te declaro héroe nacional, te rindo honores de general en el cementerio y hablo en tus funerales. Ya lo sabes". Tras huir el amenazado, Allende adquirió el diario.

En estos días la TV estatal, culminando la insania nacional, se apresta a consagrarlo "Gran Chileno de Todos los Tiempos". ¿Cómo quedamos los demás? Juzgue usted: España no nos deja entrar ni siquiera con los papeles en regla.

HPDA

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Grupos en Facebook contra "Salvador" Allende


En FaceBook hay actualmente tres grupos en contra del Presidente Salvador Allende:

Salvador Allende el peor Presidente de la historia de Chile
Me opongo a que "Allende" esté nominado entre los grandes chilenos
Los que sabemos la verdad del gobierno de "Salvador" Allende

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martes, 29 de julio de 2008

Ensayos sobre Salvador Allende

Salvador Allende

Salvador Allende

Salvador Allende (1908-1973) ganó las elecciones chilenas en 1970 con un programa para acabar con el expolio al que los malvados capitalistas extranjeros estaban sometiendo a Chile. En los tres años siguientes, Salvador Allende hizo pasar a su país por los estragos de las nacionalizaciones, la hiperinflación de cuatro dígitos, los controles de precios, el racionamiento, la deuda pública descontrolada y otras lindezas marxistas. La destrucción de riqueza fue tal que Allende se convirtió en un mito de la izquierda.

Cómo Allende destruyó la democracia en Chile

Por José Piñera (21 de Diciembre de 2006)
Relato de las circunstancias que desembocaron en el golpe de estado de Pinochet de 1973, especialmente el acuerdo parlamentario que pidió la intervención militar ante la quiebra de las libertades y la Constitución chilenas.

¿Quién era realmente Salvador Allende?

Por Juan Carlos Girauta (26 de Septiembre de 2005)
Reseña de "Salvador Allende. Antisemitismo y Eutanasia" de Victor Farías
En realidad fue un convencido antisemita, un defensor de la predeterminación genética de los delincuentes que extendió su racismo a árabes y gitanos, consideró que los revolucionarios eran psicópatas peligrosos que había que tratar como enfermos mentales, propugnó la penalización de la transmisión de enfermedades venéreas y defendió la esterilización de los alienados mentales.

Acuerdo de la Cámara de Diputados

Por Congreso de Chile (24 de Febrero de 2005)
Acuerdo aprobado por dos tercios de la cámara de diputados chilena el 22 de agosto de 1973 en el que se explicitan los actos antiliberales, antidemocráticos y anticonstitucionales de Salvador Allende.

La vía "pacífica" al socialismo

Por José Ignacio del Castillo (20 de Julio de 2003)
Las recientes amenazas de Hugo Chávez vuelven a poner de manifiesto lo que mucho izquierdistas se empeñan en querer ignorar. El socialismo, para establecerse y prevalecer, necesita violencia en grandísimas dosis.

El trienio marxista chileno

Por José Ignacio del Castillo (6 de Julio de 2003)
El 4 de septiembre de 1970, Salvador Allende, candidato de Unidad Popular, venció las elecciones presidenciales chilenas con algo más de un tercio -el 36,30%- de los votos.

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Salvador Allende. Antisemitismo y Eutanasia Víctor Farías

¿Quién era realmente Salvador Allende?

Por Juan Carlos Girauta
Sacado de liberalismo.org

Esta es, textualmente, la enigmática pregunta que un día le hizo Simon Wiesenthal, el célebre cazador de nazis, a Víctor Farías, filósofo, historiador, Catedrático de la Freie Universitat de Berlín, académico en Estados Unidos y Argentina.

Víctor Farías está a punto de regresar a su Chile natal después de cuarenta fructíferos años en Alemania, donde fue alumno dilecto de Heidegger. Con el tiempo, acabaría profundizando en las conexiones de la filosofía de su maestro -y del maestro mismo- con el nacionalsocialismo; Heidegger y el nazismo se convirtió en un acontecimiento editorial e intelectual tras permanecer cinco años inédito. Temor editorial, algo a lo que el autor está acostumbrado: veinticinco años tuvo que esperar a la imprenta La izquierda chilena. Mucho menos ha tardado su última obra, Salvador Allende. Antisemitismo y Eutanasia, a pesar del rechazo de su editorial, Seix Barral, y también de Planeta, que lo consideraron “un libro estupendo, pero impublicable”. Lo mismo que otras catorce editoriales.

Quien sienta algún afecto por la figura de Salvador Allende, es decir, toda la izquierda, está a punto de encontrarse con una desagradable sorpresa, por decirlo suavemente. Recordarán al ex presidente socialista de Chile como el revolucionario mártir que tantos jóvenes lloramos en los años setenta ante las estremecedoras escenas finales de La batalla de Chile, aquella película inacabable que había que ver por trozos. En realidad fue un convencido antisemita, un defensor de la predeterminación genética de los delincuentes que extendió su racismo a árabes y gitanos, consideró que los revolucionarios eran psicópatas peligrosos que había que tratar como enfermos mentales, propugnó la penalización de la transmisión de enfermedades venéreas y defendió la esterilización de los alienados mentales. Ideas rechazadas por la opinión pública mundial en pleno, con una sola excepción: la Alemania nazi. Porque Allende defendía estas posturas precisamente en los años treinta.

Lo tiene muy difícil quien intente negar estos extremos; el mismo Allende lo dejó todo escrito en dos piezas que se han mantenido ocultas hasta hoy y que Farías ha rescatado. Se trata de Higiene mental y delincuencia, la memoria o tesis que Allende presentó en la Universidad de Chile en 1933 para obtener el título de Médico Cirujano, y el Proyecto de Ley que elaboró siendo ministro de Salubridad del gobierno del Frente Popular (1939-1941) de Pedro Aguirre Cerda. Proyecto que no llegó al parlamento por el rechazo de la sociedad en general y de la clase médica en particular, destacando la oposición frontal de las primeras autoridades del momento en psiquiatría y genética, los doctores Vila y Cubillos.

En declaraciones al diario La Nación, Allende explicó su proyecto como “un trípode legislativo en defensa de la raza”: tratamiento obligatorio de las toxicomanías, de las enfermedades venéreas -“transformando en delito su contagio”- y “esterilización de los alienados mentales”. Allende preveía la creación de un Tribunal de Esterilización, inaccesible a la familia del enfermo y competente para dictar sentencias inapelables. Leemos en el Artículo 23 que “todas las resoluciones que dicten los tribunales de esterilización (...) se llevarán a efecto, en caso de resistencia, con el auxilio de la fuerza pública”. Farías subraya las “increíbles analogías entre el proyecto nazi y el de Salvador Allende”, entre la Ley de Esterilización del chileno y la “Ley para precaver una descendencia con taras hereditarias” dictada por el Tercer Reich en 1933. El número y tipo de enfermedades que ambas normas recogen son idénticos; contienen capítulos casi iguales. En cuanto a las diferencias, es más duro Allende: la esterilización de los alcohólicos crónicos es obligatoria en el proyecto chileno, no en la ley alemana.

Pero dejemos hablar al Allende de Higiene mental y delincuencia: “Los hebreos se caracterizan por determinadas formas de delito: estafa, falsedad, calumnia y, sobre todo, la usura”. Refiriéndose a los revolucionarios, destaca “la influencia perniciosa que sobre las masas pueda ejercer un individuo en apariencia normal y que, en realidad, al estudiarlo nos demostraría pertenecer a un grupo determinado de trastornos mentales (...) este tipo de trastornos colectivos tienen a veces caracteres epidemiológicos, y es por eso que cuando estallan movimientos revolucionarios en ciertos países, éstos se propagan con increíble rapidez a los estados vecinos.” Curioso pensamiento para un declarado marxista.

En una reciente entrevista para el diario La Segunda, Farías señala que “En Chile hubo y hay una gran cantidad de antijudíos. Lo increíble es que mientras los líderes nazistas González von Marées, Carlos Séller y Tomás Allende, el padre de la escritora Isabel Allende, afirman que los judíos son un daño, pero reconocen la pluralidad de las razas, en su Memoria Allende se muestra como antisemita en el sentido biológico”.

No es extraño que quien defendía las tesis del determinismo racial, la genética del delito para judíos, árabes y gitanos, quien comulgaba con la eugenesia negativa de los nazis, acabara protegiendo en los años setenta, siendo ya Presidente, al criminal de guerra nazi Walter Rauff, residente en Chile. La denuncia procede directamente de Wiesenthal. Él puso a Víctor Farías sobre la pista cuando lo abordó, tras recibir el Gran Collar de la RFA, con la pregunta que nos sirve de título: ¿Quién era realmente Salvador Allende? La respuesta la hemos ido viendo, y se completa contestando a otra pregunta: ¿Quién era Walter Rauff, el protegido de la Unidad Popular?

Walter Rauff fue el inventor del sistema de exterminio con camiones de gas y, por tanto, el responsable de la muerte de medio millón de personas en Auschwitz, un criminal despiadado que asesinó “prácticamente con sus propias manos”, explica Farías, a más de cien mil personas. Simon Wiesenthal deseaba para Rauff un final similar al de Adolf Eichmann. Por eso escribió al presidente socialista narrando las atrocidades del criminal de guerra que su país acogía. En respuesta, Wiesenthal recibió “una carta fría”. Hubo más cartas inútiles. El cazador de nazis autorizó a Farías a publicarlas. Aparecieron en el epílogo de Nazis en Chile, desencadenando una agria polémica entre el filósofo y la hija de Allende, Isabel.

Que decida el lector si hay relación entre esas dos sombras en la biografía de Salvador Allende: la que se cierne sobre el médico y ministro de los años treinta, la que anubla al presidente de los setenta, época en que se forjó el poderoso icono del progresismo. Entre el racista de Higiene mental y delincuencia, pronto ministro responsable de una Ley de Esterilización calcada de la legislación nazi que estaba siendo aplicada en Alemania, y el presidente de la Unidad Popular que entristece y decepciona a Simon Wiesenthal, sembrando la sospecha.

¿Quién era realmente Salvador Allende? -preguntó Wiesenthal a Víctor Farías, invitándole tácitamente a investigar.

Pero si es tan conocido...

No, no. Déjeme contarle: Yo le escribí a Allende relatándole las atrocidades del criminal de guerra Walter Rauff, residente en Chile.

¿Y qué le respondió?

Recibí una carta fría. Como Salvador era un icono en el mundo entero, una víctima, lo dejé ahí. Pero quizás usted me pueda ayudar.

¿Cómo?

Me podría ayudar a buscar las cartas, porque las perdí.

Parece evidente que si Wiesenthal quería que Farías le ayudara es porque creía que la negativa de Allende a entregar a Rauff debía acreditarse en el futuro. El filósofo chileno tardó varios años, pero encontró al fin la correspondencia. Una carta dormía en un archivo italiano, otra en Austria... Y entonces se puso en contacto con Wiesenthal:

¿Puedo publicarlas?

Sí, aunque es triste.

Las cartas vieron la luz en el epílogo de Nazis en Chile. Y, efectivamente, fue muy triste, porque revelaban, en palabras de Farías, “la verdadera identidad histórica” de Allende, el líder que se hizo fuerte en el Palacio de la Moneda, que murió tras dejar grabado un mensaje cuya audición todavía nos estremece. La publicación indignó a la hija del mártir, Isabel, quien, “muy alterada”, le gritó a Farías al teléfono: “¡Mi papá no es nazi!” Él respondió que su padre, que se proclamó revolucionario, se había negado a entregar a un criminal de guerra, y de paso apuntó a “dos personalidades que (le) acompañaron muy de cerca en su itinerario político: Eduardo Novoa Monreal y Enrique Shepeler”.

Sabemos que en 1972 le pidió Wiesenthal por primera vez al presidente de Chile que iniciara los trámites oportunos para procesar a Walter Rauff o, más exactamente, para reabrir el proceso contra él. En 1963, la Corte Chilena había zanjado el asunto invocando la prescripción de los delitos imputados. Según el tribunal, el paso de treinta años impedía cualquier actuación penal. Wiesenthal esgrimió ante Allende lo que todos sabemos, que los crímenes contra la Humanidad no prescriben. Pero no se limita a invocar el principio general, sino que se pone en la tesitura de recordarle al presidente de Chile la legislación internacional firmada por su país, y cita hasta tres tratados: de 1948, de 1952 y de 1970. Estas normas, que vinculan a Chile, recogen con claridad la no prescripción de los crímenes contra la Humanidad y la primacía, en estos asuntos, de la justicia internacional sobre la nacional. La conclusión es inevitable: Allende incumple a conciencia tratados vigentes.

A Wiesenthal le parece increíble que el socialista no acepte tan sólida argumentación, que mienta, que afirme que definitivamente no es posible actuar contra Rauff porque hay que acatar las resoluciones de la justicia chilena. Como afirma Farías, “Salvador Allende asume la doctrina anterior a Nüremberg, por lo tanto, de facto, defiende la posición de un criminal de guerra terrible”, o bien “Se trata de un encubrimiento de uno de los peores criminales de guerra que conoce la humanidad.”

No sólo cae un mito –otro- de la izquierda, también hay que enfrentarse a una monstruosa simetría: los argumentos que infructuosamente repite en sus cartas Wiesenthal son exactamente los mismos que se emplean en el juicio elevado por Baltasar Garzón y Joan Garcés, el abogado valenciano que se entrevistó con su correligionario Allende en la Moneda el 11 de septiembre de 1973, unas horas antes de la muerte del presidente, y que un cuarto de siglo después consiguió que el juez Evans dictara orden de detención contra Pinochet a petición de Garzón.

Si nos felicitamos por las actuaciones contra Pinochet, no podemos justificar a un Allende que ignora la misma fundamentación para librar de castigo a Rauff, que había matado ciento cincuenta veces más que el dictador chileno. Si es que la contabilidad pinta algo en el asesinato masivo. Y si aceptamos las razones de Allende, no podemos defender el procesamiento de Pinochet. Escojan.

La polémica reavivará más recuerdos incómodos. Apunta Farías, entrevistado en La Segunda el 18 de marzo de 2005, que existen otros “elementos biográficos lamentables de Allende, como son los dineros que trata de obtener de forma subrepticia de la Alemania Democrática, o los grandes negocios con conocidos personajes del mundo económico, como los Urenda de Valparaíso (...) Existen en él desfases fundamentales, porque afirma que es uno de los fundadores del PS, junto con Grove y otros jerarcas, sobre la base del marxismo-leninismo, al mismo tiempo que escribe textos absolutamente antisemitas y señala a los revolucionarios como sicópatas (...) En la vida de Allende hay casi sólo incoherencias”.

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Grave Quebrantamiento del Orden Constitucional y Legal De La República del Gobierno Socialista representado por Salvador Allende

A S.E. EL PRESIDENTE DE LA REPUBLICA.

Tengo La honra poner en conocimiento de V.E., que la Cámara de Diputados ha tenido a bien prestar su aprobación al siguiente

ACUERDO:

Considerando:

Que es condición esencial para la existencia de un Estado de Derecho que los poderes Públicos, con pleno respeto al principio de independencia recíproca que los rige, encuadren su acción y ejerzan sus atribuciones dentro de los marcos que la constitución y la ley les señalan, y que todos los habitantes del país puedan disfrutar de las garantías y derechos fundamentales que les asegura la Constitución política del Estado;

Que la juricidad del Estado chileno es patrimonio del pueblo que en el curso de los años ha ido plasmando en ella el consenso fundamental para su convivencia y atentar contra ella es,pues, destruir no sólo el patrimonio cultural y moral de nuestra nación sino que negar, en la práctica, toda posibilidad de vida democrática;

Que son estos valores y principios los que se expresan en la Constitución Política del Estado que, de acuerdo a su artículo 2º, señala que la soberanía reside esencialmente en la nación y que las autoridades no pueden ejercer más poderes que los que ésta les delegue y, en el articulo 3º, se deduce que un Gobierno que se arrogue derechos que el pueblos no le ha delegado, incurre en sedición;

Que el actual Presidente de la República fue elegido por el Congreso Pleno previo acuerdo en torno a un estatuto de garantías democráticas incorporado a la Constitución Política, el que tuvo como preciso objeto asegurar el sometimiento de la acción de su Gobierno a los principios y normas del Estado de Derecho, que él solemnemente se comprometió a respetar;

Que es un Hecho que el actual Gobierno de la República, desde sus inicios, se ha ido empeñando en conquistar el poder total, con el evidente propósito de someter a todas las personas al más estricto control económico y político por parte del Estado y lograr de ese modo la instauración de un sistema totalitario, absolutamente opuesto al sistema democrático representativo, que la Constitución establece;

Que, para lograr ese fin, el Gobierno no ha incurrido en violaciones aisladas de la Constitución y de la ley, sino que ha hecho de ellas un sistema permanente de conducta,llegando a los extremos de desconocer y atropellar sistemáticamente las atribuciones de los demás Poderes del Estado, violando habitualmente las garantías que la Constitución asegura a todos los habitantes de la República, y permitiendo y amparando la creación de poderes paralelos, ilegítimos, que constituyen un gravísimo peligro para la nación, con todo lo cual ha destruido elementos esenciales de la institucionalidad y del Estado de Derecho.

Que, en lo concerniente a las atribuciones del Congreso Nacional, depositario del Poder Legislativo, el Gobierno ha incurrido en los siguientes atropellos:

a) Ha usurpado al Congreso su principal función, que es la de legislar, al adoptar una serie de medidas de gran importancia para la vida económica y social del país, que son indiscutiblemente materia de ley, por decretos de insistencia dictados abusivamente o por simples resoluciones administrativas fundadas en “resquicios legales”, siendo de notar que todo ellos se ha hecho con el propósito deliberado y confeso de cambiar las estructuras del país,reconocidas por la legislación vigente, por la sola voluntad del Ejecutivo y con prescindencia absoluta de la voluntad del legislador;

b) Ha Burlado permanentemente las funciones fiscalizadoras del Congreso Nacional al privar de todo efecto real a la atribución que a éste le compete para destituir a los Ministros de Estado que violan la Constitución o la ley o cometen otros delitos o abusos señalados en la Carta Fundamental, y

c) Por último, lo que tiene la más extraordinaria gravedad, ha hecho “tabla rasa” de la alta función que el Congreso tiene como Poder Constituyente, al negarse a promulgar la reforma constitucional sobre las tres áreas de la economía, que ha sido aprobada con estricta sujeción a las normas que para ese efecto establece la Carta Fundamental;

Que, en lo que concierne al Poder Judicial, ha incurrido en los siguientes desmanes:

a) Con el propósito de minar la autoridad de la magistratura y de doblegar su independencia,ha capitaneado una infamante campaña de injurias y calumnias contra la Excma. Corte Suprema y ha amparado graves atropellos de hecho contra las personas y atribuciones de los jueces;

b) Ha burlado la acción de la justicia en los casos de delincuentes que pertenecen a partidos y grupos integrantes o afines al Gobierno, ya sea mediante el ejercicio abusivo del indulto, o mediante el incumplimiento deliberado de las órdenes de detención;

c) Ha violado leyes expresas y ha hecho “tabla rasa” del principio de separación de los Poderes, dejando sin aplicación las sentencias o resoluciones judiciales contrarias a sus designios y, frente a las denuncias que al respecto ha formulado la Excma. Corte Suprema, el Presidente de la República ha llegado al extremo inaudito de arrogarse en tesis el derecho de hacer un “juicio de méritos” a los fallos judiciales, determinando cuándo éstos deben ser cumplidos;

Que en lo que se refiere a la Contraloría General de la República –un organismo autónomo esencial para el mantenimiento de la juricidad administrativa- el Gobierno ha violado sistemáticamente los dictámenes y actuaciones destinados a representar la ilegalidad de los actos del Ejecutivo o de entidades dependientes de él;

10º Que entre los constantes atropellos del Gobierno a las garantías y derechos fundamentales establecidos en la Constitución, pueden destacarse los siguientes:

a) Ha violado el principio de igualdad ante la ley, mediante discriminaciones sectarias y odiosas en la protección que la autoridad debe prestar a las personas, los derechos y los bienes de todos los habitantes de la República, en el ejercicio de las facultades que dicen relación con la alimentación y subsistencia y en numerosos otros aspectos, siendo de notar que el propio Presidente de la República ha erigido estas discriminaciones en norma fundamental de su Gobierno, al proclamar desde el principio que él no se considera Presidente de todos los chilenos;

b) Ha atentado gravemente contra la libertad de expresión, ejerciendo toda clase de presiones económicas contra los órganos de difusión que no son incondicionales adeptos del Gobierno; clausurando ilegalmente diarios y radios; imponiendo a estas últimas “cadenas” ilegales;encarcelando inconstitucionalmente a periodistas de oposición; recurriendo a maniobras arteras para adquirir el monopolio del papel de imprenta, y violando abiertamente las disposiciones legales a que debe sujetarse el Canal Nacional de Televisión, al entregarlo a la dirección superior de un funcionario que no ha sido nombrado con acuerdo del Senado, como lo exige la ley, y al convertirlo en instrumento de propaganda sectaria y de difamación de los adversarios políticos;

c) Ha violado el principio de autonomía universitaria y el derecho que la Constitución reconoce a las Universidades para establecer y mantener estaciones de televisión, al amparar la usurpación del Canal 9 de la Universidad de Chile, al atentar por la violencia y las detenciones ilegales contra el nuevo Canal 6 de esa universidad, y al obstaculizar la extensión a provincias del Canal de la Universidad Católica de Chile;

d) Ha estorbado, impedido y, a veces, reprimido con violencia el ejercicio del derecho de reunión por parte de los ciudadanos que no son adictos al régimen, mientras ha permitido constantemente que grupos a menudo armados, se reúnan sin sujeción a los reglamentos pertinentes y se apoderen de calles y camiones para amedrentar a la población;

e) Ha atentado contra la libertad de enseñanza, poniendo en aplicación en forma ilegal y subrepticia, a través del llamado Decreto de Democratización de la Enseñanza, un plan educacional que persigue como finalidad la concientización marxista;

f) Ha violado sistemáticamente la garantía constitucional del derecho de propiedad, al permitir y amparar más de 1.500 “tomas” ilegales de predios agrícolas, y al promover centenares de “tomas” de establecimientos industriales y comerciales para luego requisarlos o intervenirlos ilegalmente y construir así, por la vía del despojo, el área estatal de la economía; sistema que ha sido una de las causas determinantes de la insólita disminución de la producción, del desabastecimiento, el mercado negro y el alza asfixiante del costo de la vida, de la ruina del erario nacional y, en general, de la crisis económica que azota al país y que amenaza el bienestar mínimo de los hogares y compromete gravemente la seguridad nacional.

g) Ha incurrido en frecuentes detenciones ilegales por motivos políticos, además de las ya señaladas con respecto a los periodistas, y ha tolerado que las víctimas sean sometidas en muchos casos a flagelaciones y torturas;

h) Ha desconocido los derechos de los trabajadores y de sus organizaciones sindicales o gremiales, sometiéndolo, como en el caso de El Teniente o de los transportistas, a medios ilegales de represión;

i) Ha roto compromisos contraídos para hacer justicia con trabajadores injustamente perseguidos como los de Sumar, Helvetia, Banco Central, El Teniente y Chuquicamata; Ha seguido una arbitraria política de imposición de las haciendas estatales a los campesinos, contraviniendo expresamente la ley de Reforma Agraria; ha negado la participación real de los trabajadores de acuerdo a la Reforma Constitucional que les reconoce dicho derecho; ha mpulsado el fin de la libertad sindical mediante el paralelismo político en las organizaciones de los trabajadores;

j) Ha infringido gravemente la garantía constitucional que permite salir del país, estableciendo para ello requisitos que ninguna ley contempla.

11º Que contribuye poderosamente a la quiebra del Estado de Derecho, la formación y mantenimiento, bajo el estímulo y la protección del gobierno, de una serie de organismos que son sediciosos porque ejercen una autoridad que ni la Constitución ni la ley les otorgan, con manifiesta violación de lo dispuesto en el artículo 10, Nº 16 de la carta fundamental, como por ejemplo, los Comandos Comunales, los Consejos Campesinos, los Comités de Vigilancia, las JAP, etc.; destinados todos a crear el mal llamado “Poder Popular”, cuyo fin es sustituir a los Poderes legítimamente constituidos y servir de base a la dictadura totalitaria, hechos que han sido públicamente reconocidos por el Presidente de la República en su último Mensaje Presidencial y por todos los teóricos y medios de comunicación oficialistas.

12º Que en la quiebra del Estado de Derecho tiene especial gravedad la formación y desarrollo,bajo el amparo del Gobierno, de grupos armados que, además de atentar contra la seguridad de las personas y sus derechos y contra la paz interna de la Nación, están destinados a enfrentarse contra las fuerzas Armadas; como también tiene especial gravedad el que se impida al Cuerpo de Carabineros ejercer sus importantísimas funciones frente a las asonadas delictuosas perpetradas por grupos violentistas afectos al Gobierno. No pueden silenciarse, por su falta de gravedad, los públicos y notorios intentos de utilizar a las Fuerzas Armadas y al Cuerpo de Carabineros con fines partidistas, quebrantar su jerarquía institucional e infiltrar políticamente sus cuadros.

13º Que al constituirse el actual Ministerio, con participación de altos miembros de las Fuerzas Armadas y del Cuerpo de Carabineros, el Excmo. Señor Presidente de la República lo denominó “de seguridad nacional” y le señaló como tareas fundamentales las de “imponer el orden político” e “imponer el orden económico”, lo que sólo es concebible sobre la base del pleno restablecimiento y vigencia de las normas constitucionales y legales que configuran el orden institucional de la República.

14º Que las Fuerzas Armadas y el Cuerpo de carabineros son y deben ser, por propia naturaleza, garantía para todos los chilenos y no sólo para un sector de la Nación o para una combinación política. Por consiguiente, su presencia en el Gobierno no puede prestarse para que cubran con su aval determinada política partidista y minoritaria, sino que debe encaminarse a restablecer las condiciones de pleno imperio de la Constitución y las leyes y de convivencia democrática indispensables para garantizar a Chile su estabilidad institucional, paz civil, seguridad y desarrollo.

15º Por último, en el ejercicio de las atribuciones que le confiere el artículo 39 de la Constitución Política del Estado. LA CAMARA DE DIPUTADOS ACUERDA:

PRIMERO. Representar a S.E. el Presidente de la República y a los señores Ministros de Estado miembros de las Fuerzas Armadas y del Cuerpo de Carabineros, el grave quebrantamiento del orden institucional y legal de la República que entrañan los hechos y circunstancias referidos en los considerandos Nºs 5º a 12 precedentes;

SEGUNDO. Representarles, asimismo que, en razón de sus funciones de juramento de fidelidad a la Constitución y a las leyes que han prestado y, en el caso de dichos señores Ministros, de la naturaleza de las instituciones de las cuales son altos miembros y cuyo nombre se ha invocado para incorporarlos al Ministerio, les corresponde poner inmediato término a todas las situaciones de hecho referidas, que infringen la Constitución y las leyes, con el fin de encauzar la acción gubernativa por las vías del Derecho y asegurar el orden constitucional de nuestra patria y las bases esenciales de convivencia democrática entre los chilenos;

TERCERO. Declarar que, si así se hiciere, la presencia de dichos señores Ministros en el gobierno importaría un valioso servicio a la república. En caso contrario, comprometerían gravemente el carácter nacional y profesional de las Fuerzas Armadas y del Cuerpo de Carabineros, con abierta infracción a lo dispuesto en el artículo 22 de la Constitución Política y con grave deterioro de su prestigio institucional, y

CUARTO. Transmitir este acuerdo a S.E. el Presidente de la República y a los señores Ministros de Hacienda, Defensa Nacional, Obras Públicas y Transportes y Tierras y Colonización.”

Dios guarde a V.E.

Luis Pareto Gonzáles (Presidente) Raúl Guerrero Guerrero (Secretario)

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Patricio Aylwin sobre el Pronunciamiento Militar, la UP y Allende

Aylwin celebra el golpe militar y a los militares





Aylwin en 1973 y el 2003



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Y ESO QUE SE LLAMA SALVADOR

LA DC CONTRA ALLENDE- Y ESO QUE SE LLAMA SALVADOR ( ANTI UP)

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Artículo sobre Salvador Allende de Hermógenes Pérez de Arce


Y ahora... el verdadero Allende

El centenario del nacimiento de Allende se ha prestado para una re-canonización de esas que acostumbra la izquierda y que la siempre medrosa derecha acata. Hemos leído apologías delirantes, cuyos autores abusan de la catalepsia irrecuperable de los chilenos.

En realidad, silenciar piadosamente la verdad sobre Allende podría justificarse en aras de la concordia, pero la izquierda no la quiere. "Ni perdón ni olvido", dice. Hasta aplaudió el grosero salivazo sobre el féretro de quien reparó el daño inferido por aquél.

Así las cosas, los cultores del odio deben enfrentar la verdad, empezando por la de que Salvador Allende fue el peor Presidente de la historia de Chile. En lo material, legó una inflación de tres dígitos y una producción cayendo 13 meses consecutivos. Quedaba "harina para pocos días más", según sus palabras. Aparte de menoscabar el bienestar material del pueblo, destrozó nuestro tejido social, al dividirnos fratricidamente, pues carecía del sentido de la unidad nacional y no vacilaba en advertir, amenazador: "Yo no soy Presidente de todos los chilenos". Patrocinó grupos armados, para imponer su ideología matando a otros. Cohonestó el contrabando de armas y, cuando un avión cubano fue descubierto trayéndolas clandestinamente, ordenó llevarlas a la mansión presidencial, mientras hacía escarnio de la opinión pública, declarando burlesca y sucesivamente que eran "obras de arte", "artículos folklóricos" y "helados de mango".

Ha sido el único Jefe de Estado chileno, que se sepa, reclutado por una potencia externa, según consta de las revelaciones de Vassili Mitrokin, ex jefe del KGB, en su libro "The World Was Going Our Way" (Basic Books), reseñado en "FrontPageMagazine.com", el 24.01.06. Su nombre en clave era "Líder". Entregaba a los rusos información política sensible, a cambio de la cual recibió un subsidio directo de 50 mil dólares. Además el KGB pagó a otros aspirantes de izquierda, rivales de Allende, para que retiraran sus candidaturas. Del otro lado, el ex embajador norteamericano Edward Korry, en "La Segunda" del 22.10.96, detalló los sobornos a Allende a cambio de indemnizar a mineras estatizadas.

También permitió el ingreso de tropas cubanas sin autorización del Senado, como lo exigía la Constitución. Ello consta de la confesión del general cubano Patricio De la Guardia, citada en la p. 291 del libro "Vindicación de Cuba 1989" (Editorial Política, La Habana). Los cubanos cambiaron esa página en ediciones posteriores a la de 1989.

Cuando era Presidente del Se-nado, Allende posaba como demócrata, mientras usaba su inmuni-dad para contrabandear armas cubanas a Bolivia, según reveló el gue-rrillero "Benigno" en sus "Memorias de un soldado cubano" (Tusquets, 1997, p. 202).

En cuanto gobernante, incluso toleró las torturas a opositores pacíficos, como lo denunciaron los diputados democráticos al convocar a las Fuerzas Armadas en 1973. Allende nada hizo ante los apremios denunciados por un político, publicados en la primera página de este diario, en enero de 1972, culpando al subdirector (comunista) de Investigaciones.

Como un autorretrato suyo quedó su amenaza al dueño de "Clarín", por no seguir sus dictados: "Te hago matar, culpo al imperialismo, te declaro héroe nacional, te rindo honores de general en el cementerio y hablo en tus funerales. Ya lo sabes". Tras huir el amenazado, Allende adquirió el diario.

En estos días la TV estatal, culminando la insania nacional, se apresta a consagrarlo "Gran Chileno de Todos los Tiempos". ¿Cómo quedamos los demás? Juzgue usted: España no nos deja entrar ni siquiera con los papeles en regla.

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Artículo sobre Salvador Allende del profesor Gonzalo Rojas Sánchez


¿Cuál Allende?

A 100 años de su nacimiento, a casi 35 de su muerte, el Allende verdadero debe comparecer ante nuestra mirada. En él confluían una serie de características no siempre congruentes entre sí, que iban desde su situación personal a su ideología, sus relaciones con las fuerzas de izquierda y sus ambiciones políticas; ciertamente era un personaje complejo.

Médico, masón, de buena posición social, de gustos refinados, de trato agradable, veterano político profesional, orador florido con tendencias reiterativas, parecía más bien un dirigente tradicional del Partido Radical que un PS. Tres veces derrotado en sus intentos electorales con el FRAP, sus compañeros de partido no se mostraron demasiado entusiasmados con su cuarta postulación: en el Comité Central del PS obtuvo 12 votos contra 13 abstenciones.

Sin embargo, el PC lo designó como candidato alterno a su propio abanderado, Pablo Neruda. Esta situación no se produjo por casualidad. Allende, en realidad, era un antiguo compañero de ruta del PC. El 15 de marzo de 1953, cuando se realizó en el Teatro Baquedano el homenaje al recién fallecido José Stalin. Allende había afirmado: "Stalin fue para el pueblo ruso, bandera de revolución, de ejecución creadora, de sentimiento humano agrandado por la paternidad; símbolo de paz edificante y de heroísmo sin límite, venerado por su pueblo; asombraba al mundo corrigiendo los propios errores, en un afán humano y digno de superarse; pero por sobre todos estos aspectos casi hieráticos de su personalidad, están su fe inmensa en la doctrina de Marx y Lenin, su irrevocable conducta marxista; todo lo hacía al servicio del pueblo, con la estampa de Lenin en los ojos y con el fuego del marxismo en el corazón; (...) Stalin ha muerto; hay muda protesta en las conciencias y congoja en las almas; hombres de la Unión Soviética, nosotros los socialistas, compartimos vuestro luto que tiene conmoción universal; (Š) vuestro consuelo, el saber que hay hombres que no mueren; Stalin es uno de ellos."

Después el futuro presidente se mantuvo completamente fiel al comunismo y a su sede rusa. "El PC es el partido de la clase obrera; el PC es el partido de la Unión Soviética, el primer Estado socialista del mundo; y quien quiera formar un gobierno socialista sin los comunistas, no es un marxista; y yo soy marxista," afirmaría con decisión.

Junto a su admiración por Moscú, Allende también se presentaba como un entusiasta de La Habana, donde concluyó compareciendo a la reunión fundacional de la Organización Latinoamericana de Solidaridad, (OLAS) controlada por el Departamento América del gobierno cubano. Y en el famoso Congreso de Chillán de 1967, Allende sostuvo que "sin claudicaciones", se requería de un partido "más duro y más fuerte, más dinámico en su acción, con conciencia revolucionaria y con capacidad política", para afianzar la Unidad Popular y llegar a los debidos acuerdos con los comunistas. En este contexto, no extraña que Allende confiara en su habilidad para transar las diferencias tácticas, en especial con el MIR, respecto del cual llegó a afirmar: "Veamos si es posible llegar a acciones comunes; y que el país sepa que tenemos tales puntos de contacto y podemos hacer tales acciones en común."

Está claro: Allende por su trayectoria inicial en política se ubicaba al lado de las posiciones de aparente moderación propiciadas por el PC. Pero, por sus más recientes actuaciones, se presentaba como un seguidor, un tanto heterodoxo, del revolucionarismo castrista y de la toma violenta del poder. ¿Había un modo propiamente allendista, entonces, de articular las diversas influencias revolucionarias que había asimilado, con su propia personalidad más bien burguesa? Sí, lo había. Concretamente, la "vía chilena al socialismo," con todas sus fatales consecuencias para el país.

Allende "reformista", stalinista controlado por el PC; Allende castrista, empujado por las fuerzas izquierdistas "revolucionarias"; Allende, "revisionista", con una "vía chilena" o "pacífica hacia el socialismo". ¿Cuál era el verdadero? ¿Uno, los tres, o ninguno? Quizás ni él mismo lo habría podido establecer con precisión.

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No a Salvador Allende

Bienvenid@

Bienvenido a este sitio llamado "No a Salvador Allende" espero que encuentres artículos útiles y que compartas este sitio con otras personas, para que más sepan quién fue realmente Salvador Allende.

Objetivo del sitio

Este sitio tiene por objetivo mostrar quién era realmente Salvador Allende. Actualmente en internet encontrar sitios con información real sobre él es imposible. Por un lado están los sitios socialistas y comunistas, que elevan a Allende a un lugar que está reservado sólo para Dios. Por otro lado están los sitios de los seguidores, casi fanáticos, de Augusto Pinochet, que en lugar de mostrar quien era Allende tienden a alabar al General Pinochet, y al hacerlo pierden toda objetividad.

Este sitio junta información de diferentes partes, artículos de varias personas, conocidas o no, que contienen información válida para mostrar quién era Salvador Allende y qué logró con su Gobierno Socialista.

Vuelvo a destacar, este NO es un sitio pinochetista, para nada.

Artículos

Grave Quebrantamiento del Orden Constitucional y Legal De La República del Gobierno Socialista representado por Salvador Allende - El 23 de agosto de 1973

Carta de Eduardo Frei M. a Mariano Rumor, justificando el pronunciamiento Militar - Esta es una Carta del ex Presidente Eduardo Frei Montalva dirigida a
Mariano Rumor, Presidente de la Unión Mundial de la Democracia Cristiana, el 8 de noviembre de 1974

11 de septiembre de 1973: Los militares terminaron lo que los civiles comenzaron - Breve estudio de los antecedentes que llevaron a la destitución de Allende, por Gonzalo Rojas Sánchez

¿Cuál Allende? - Artículo de Gonzalo Rojas Sánchez

Y ahora... el verdadero Allende - Artículo de Hermógenes Pérez de Arce

Salvador Allende en Grandes Chilenos de la Historia de TVN - Artículo por el Senador Jorge Arancibia

A 20 años de la Decisión de las FF.AA. el 11 de Septiembre de 1973.

Externos

Varios ensayos sobre Salvador Allende


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